Todo lo que debes de saber sobre la silla de ruedas adecuada para personas con poca movilidad
Para las personas que por alguna enfermedad, accidente, condición congénita, genética, o edad avanzada necesitan de una silla de ruedas para moverse, es indispensable que elijan la silla que mejor se adapte a sus necesidades, estilo de vida y presupuesto.
Con el paso del tiempo, las sillas de ruedas han evolucionado para brindar mayor comodidad y facilidad de movimiento a las personas. Hoy en día existe una gran variedad de sillas de ruedas con diversas características, materiales, aditamentos y especificaciones para mejorar la calidad de vida de las personas con movilidad reducida.
Lo primero que debes hacer antes de elegir una silla de ruedas es hablar con tu médico, terapeuta o rehabilitador para que, de acuerdo a tu condición física y estilo de vida, pueda recomendarte la silla de ruedas más adecuada para ti.
Tipos de sillas de ruedas
Sillas de ruedas manuales: son las más comunes y accesibles en precio, y pueden utilizarse tanto e interior como en el exterior. Hace algunos años se fabricaban con madera; hoy en día se fabrican en acero, aluminio o fibra de carbono. Las sillas de acero son más resistentes, ideales para personas de gran tamaño, pero también son más pesadas. Las sillas de aluminio y fibra de carbono son más ligeras y son ideales para personas más livianas.
Se pueden encontrar sillas de ruedas manuales en diversos tamaños estándar, tanto para adultos como para niños; y también pueden mandarse a hacer a medida según las necesidades de cada usuario. Además, indistintamente del material con el que estén elaboradas, pueden personalizarse con diversos accesorios como porta vasos, reposa pies, canastilla para llevar cosas, etc. y pueden ser autopropulsadas o no autopropulsadas.
Sillas de ruedas autopropulsables: cuentan con unos aros paralelos a las ruedas para que el usuario pueda impulsarse por sí mismo, de forma ágil y cómoda. Estas sillas son ideales para personas con problemas de movilidad en el tren inferior del cuerpo, esto es, en las piernas, ya que para auto propulsarse necesitan tener capacidad de movimiento en la parte superior del cuerpo y algo de fuerza en los brazos. Mientras más grande sea el diámetro de los aros de autopropulsión, más fácil será para el usuario subir pendientes o brincar obstáculos que pueda encontrar en su camino.
Sillas de ruedas no autopropulsables: son sillas que no tienen aros a un lado de las ruedas, por lo que están diseñadas para ser impulsadas por otra persona cuando el usuario no tiene movilidad o fuerza suficiente en la parte superior del cuerpo.
Dentro de las sillas de ruedas manuales se pueden encontrar distintas subcategorías:
Sillas de ruedas plegables: son ligeras, lo que facilita la movilidad del usuario y también son fáciles de transportar en un automóvil.
Sillas de ruedas de transferencia: son especiales para hacer pequeños traslados de personas con problemas de movilidad.
Sillas de ruedas reclinables: cuentan con el respaldo reclinable para que el usuario pueda ajustarlo el ángulo que se forma entre el asiento y el respaldo, para tener la máxima comodidad en todo momento.
Sillas de ruedas basculantes: están diseñadas para permitir al usuario cambiar de postura según su condición física. Se puede ajustar el respaldo para tener mayor o menor reclinación, basculación y elevación de las piernas. Estas características facilitan al cuidador realizar todo tipo de movilizaciones con el mínimo esfuerzo y la mayor comodidad para el usuario.
Sillas de ruedas bariátricas: son sillas elaboradas con materiales capaces de resistir mucho peso y están diseñadas para mejorar la movilidad de personas con sobrepeso u obesidad.
Sillas de ruedas de posicionamiento: son aquellas que ofrecen una amplia variedad de posiciones y que ayudan a las personas con movilidad reducida a transportarse o ser transportados de una manera más agradable y segura.
La importancia del ángulo entre asiento y respaldo
De acuerdo a la condición física del usuario de la silla de ruedas, es muy importante elegir el ángulo correcto de sedestación, que es el ángulo que forman el asiento y el respaldo. Por lo general este ángulo debe ser de 90 a 95 grados.
Sin embargo, si el paciente presenta deformidades estructuradas u otras condiciones como tono axial muy bajo, esto es que no tienen fuerza en los músculos del cuerpo para mantener por sí solos una postura a 90 o 95 grados, es recomendable utilizar un ángulo abierto a 100 grados o incluso mayor.
La determinación del ángulo de sedestación es fundamental en el diseño de un lecho postural (asiento de espuma fresado) o de un corsé de asiento (asiento pélvico en termoplástico). Porque en estos casos el ángulo que elijamos no se va a poder modificar una vez esté fabricado el producto.
La reclinación se refiere a la inclinación del respaldo respecto al asiento. Implica la apertura del ángulo entre asiento y respaldo. Esta característica es importante cuando la persona necesita tomar un descanso de la postura a 90 o 95 grados.
Sin embargo, se debe tener cuidado con la reclinación, ya que mal utilizada puede favorecer enormemente la retroversión pélvica y desbaratar por completo la postura en sedestación, causando más problemas y dolencias al usuario.
Cuando hablamos de basculación en una silla de ruedas, nos referimos a la facultad de la silla para permitir desplazarse hacia atrás, sin variar el ángulo entre el asiento y el respaldo.
Sillas de ruedas eléctricas: cuentan con un motor, una batería y controles para que los usuarios puedan desplazarse fácilmente sin la necesidad de auto impulsarse utilizando sus brazos y sin que nadie los impulse. Por lo general incluyen un freno manual y un freno para el motor lo cual aumenta la seguridad para el usuario durante los traslados. También pueden tener una gran variedad de accesorios para la seguridad y comodidad de las personas, como luces, bocinas, cestas porta objetos, porta vasos, mesas reclinables y toldos plegables, entre otros elementos auxiliares.
Al igual que con las sillas de ruedas manuales, las eléctricas se fabrican con distintos materiales en medidas estándar tanto para adultos como para niños y también pueden fabricarse a medida. Cabe mencionar que este tipo de sillas de ruedas son mucho más costosas que las manuales y, en caso de averiarse, su reparación también es más costosa.
Sin embargo, para las personas que se encuentran bien de sus facultades mentales pero padecen enfermedades degenerativas como atrofia muscular, o la esclerosis lateral amiotrófica, que padeció el científico Stephen Hawkins, este tipo de sillas de ruedas son la mejor opción para brindarles comodidad y la libertad de trasladarse para realizar sus actividades sin depender de otras personas.
Dentro de las sillas de ruedas eléctricas encontramos distintas subcategorías:
Sillas eléctricas de interior: ofrecen un acceso total a cualquier parte del hogar a las personas con movilidad reducida. Puesto que no son muy grandes pueden moverse fácilmente en espacios pequeños. La autonomía de las sillas de ruedas eléctricas de interiores es de hasta 28 km, con una velocidad media de unos 6 km/h.
Sillas eléctricas de exterior: son más robustas y tienen grandes suspensiones para que los usuarios tengan mayor autonomía y comodidad en traslados en espacios exteriores. Sin embargo, por sus dimensiones pueden tener dificultad para entrar en algunos elevadores no muy amplios, o pasar por puertas o pasillos estrechos. La autonomía media de las sillas de ruedas eléctricas de exteriores es de hasta 35 km, siendo la velocidad máxima alcanzable de 10 km/h.
Sillas eléctricas plegables: son ligeras y fáciles de transportar. La mayoría de modelos pueden plegarse y desplegarse en no más de 60 segundos.
Sillas eléctricas ligeras: están fabricadas en aluminio, lo que reduce considerablemente el peso de la silla a una media de 24 kg, dependiendo del modelo.
Silla de ruedas de bipidestación: son lo último en sillas de ruedas, son eléctricas y permiten al usuario trasladarse en una posición más erguida, lo cual tiene muchos beneficios psicológicos y para la salud, ya que esta posición mejora la circulación sanguínea, evita que los usuarios padezcan úlceras por estar todo el tiempo sentados, mejora la función intestinal, reduce el riesgo de infecciones urinarias, entre otros. Su precio ronda alrededor de 80 mil pesos, según la marca, modelo y accesorios.
Silla de ruedas salva escaleras: existen diferentes diseños manuales de este tipo de sillas que permiten al usuario, generalmente con la ayuda de alguien más, subir o bajar escaleras de manera más fácil y segura. Pero también existen sillas salva escaleras eléctricas como la Scewo que, además de las ruedas tiene oculto un sistema de tracción, lo que permite subir y bajar escaleras sin la ayuda de otras personas.
Sillas de ruedas deportivas: para las personas con movilidad reducida pero que aman practicar deportes, existen una gran variedad de sillas deportivas que responde de manera inmediata a cada uno de los movimientos del usuario.
Silla de ruedas para playa: existen una gran variedad de modelos; algunas de cuatro ruedas y otras de tres. La principal característica es que tienen ruedas muy anchas para facilitar la movilidad en la arena y se pueden personalizar con accesorios como una sombrilla, mesa o portavasos.
Silla de ruedas para la nieve: existen una gran variedad de modelos y tamaños. Algunas tienen ruedas muy anchas como las sillas para la playa, otras tienen además de ruedas unos skyes que facilitan la movilidad y otras incluso tienen un sistema de tracción tipo oruga, como las sillas que pueden subir escaleras.
Por último te recomendamos que, antes de comprar tu silla, revise y de ser posible pruebes distintos modelos para elegir la que sea más cómoda para ti y te dé mayor libertad para realizar tus actividades.