¿Cómo comenzar a transformar a México en un país más inclusivo?

Se estima que, en México, un 6.3% de la población tiene alguna discapacidad, lo que representa 7.8 millones de personas cuya integración en las ciudades y municipios no es plena. La Encuesta Nacional sobre Discriminación de 2017 del INEGI afirma que una cuarta parte de las personas con discapacidad (mayores de 12 años) son víctimas de discriminación en al menos un ámbito social. Las calles y el transporte público son los espacios donde más se sienten excluidas.

En 1992, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 3 de diciembre como Día Internacional de las Personas con Discapacidad para promover sus derechos y bienestar. Con el objetivo de no dejar a nadie atrás, desde 2019 las acciones emprendidas se centran en el empoderamiento de las personas con discapacidad para lograr un desarrollo inclusivo, equitativo y sostenible, tal como se recoge en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la Nueva Agenda Urbana (NAU).

La Nueva Agenda Urbana reconoce la necesidad de garantizar el acceso al entorno físico de las ciudades en igualdad de condiciones, “en particular a los espacios públicos, el transporte público, la vivienda, la educación y los servicios de salud, la información pública y las comunicaciones”, así como la mejora de la seguridad vial y su integración en la planificación y el diseño de infraestructuras sostenibles de movilidad y transporte, para las personas con discapacidad. 

En la actualidad, muy pocas ciudades en el mundo han sido diseñadas o adaptadas para ser incluyentes para las personas con discapacidad. Las 5 ciudades más incluyentes del mundo son: 

Berlín, Alemania. Ganadora del Access City Award en 2013. La mayoría de edificios público,s cines, teatros, cafeterías y restaurantes de Berlín así como el transporte público son 100 % accesibles para sillas de ruedas.

Denver, Estados Unidos. Una de las ciudades mejores adaptadas para sillas de ruedas en donde todas las actividades lúdicas y culturales son accesibles para personas con discapacidad y cuenta con una red de metro 100 % accesible. 

Gdynia (Polonia) La ciudad ha adaptado el 97% de los autobuses públicos y el 58% de los trolebuses para sillas de ruedas, así como la mayoría de edificios públicos, restaurantes y museos y cuenta con un único sistema de información en braille para personas con discapacidad visual.

Milán (Italia) Milán ha adaptado sus innumerables monumentos y edificios históricos para personas con movilidad reducida por lo que fue Ganadora del premio Access City Award en 2016. 

Seattle (Estados Unidos) Su red de transporte público lleva casi cuarenta años siendo accesible para sillas de ruedas y ofrece descuentos para personas con movilidad reducida. Aparte del transporte público, las principales atracciones de Seattle están completamente adaptadas para personas con discapacidad. 

A partir de estos ejemplos que nos demuestran que crear o adaptar las ciudades para que sean accesibles para las personas con discapacidad, nos preguntamos ¿Cómo transformar a México en un país más incluyente para personas con discapacidad? 

La inclusión de las personas con discapacidad en México debe considerar distintos ámbitos y espacios, desde la vivienda, las escuelas, edificios públicos, comercios, centros de trabajo, lugares de esparcimiento como parques y museos, calles y transporte público, entre otros.  

Uno de los principales problemas en cuanto a la accesibilidad para personas con discapacidad en México es que la mayoría de las calles no están trazadas ni adaptadas para facilitar la movilidad y seguridad para personas con discapacidad motriz, ya sea por edad, como los adultos mayores, para los niños, o para personas que por enfermedad o un accidente están en sillas de ruedas.

¿Cómo diseñar calles incluyentes?

Los principios del diseño universal establecen que cualquier espacio debe pensarse para que puedan usarlo todas las personas, sin discriminar o estigmatizar a las personas con discapacidad. El acceso al espacio público exige que su planeación se adapte a capacidades variadas. Así se crean calles incluyentes, con un reparto equitativo del espacio entre peatones, ciclistas y usuarios del transporte público.

En México se cuenta con el Manual de Calles de Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano del Gobierno de México, SEDATU, elaborado con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el cual establece que “el éxito de una calle como proyecto urbano depende de la implementación de criterios de diseño o rediseño que respondan a los principios propuestos y permitan la formulación de estrategias transversales”.

Según esta publicación, de acuerdo a las características de quienes la recorren, una vía incluyente contempla, entre otros aspectos, cruces seguros y accesibles, señalamientos adecuados, visibilidad en el espacio, reducción de la velocidad en entornos como escuelas o parques, sistemas de orientación intuitivos, señalización con marcas legibles -vertical y horizontal-, lugares de descanso, superficies antiderrapantes, tiempo suficiente de cruce en intersecciones, banquetas o cruces peatonales con rutas continuas sin escalones, pavimento podotáctil, semáforos audibles e información a través de más de dos sentidos.

Las calles son la base de cualquier sistema de movilidad urbana y son pilares para el desarrollo económico de las ciudades. Por ello, el manual incluye modelos que facilitan la comprensión de la vocación de cada calle, considerando tanto su función de tránsito, como para interacciones y otras actividades humanas. El objetivo principal del manual es que las personas responsables de un proyecto de calle o red de calles orienten su diseño hacia el uso real del espacio o que, de manera consciente, propongan un cambio positivo a dicha orientación para promover ciudades más seguras, resilientes, inclusivas y sustentables.

En el proceso de diseño o rediseño de una calle, es importante tener clara la relación que tiene la calle a intervenir con las otras vías de la ciudad, así como con los demás elementos urbanos, tales como las zonas habitacionales y equipamiento. La calle forma parte de un sistema complejo, la forma de este sistema condiciona el funcionamiento cotidiano de una ciudad y tiene efectos directos en aspectos tales como su conectividad, movilidad y habitabilidad, entre otros.

Los tres tipos más comunes para el trazado de calles en una ciudad son: 

PLATO ROTO: Responde a un desarrollo urbano que se dio más rápido que el proceso de planificación, así como a los modos de transporte más utilizados en el momento de su conformación: peatonal y de tracción animal. Como ejemplo está la Ciudad de Guanajuato, enclavada en una cañada con calles adoquinadas y callejones muy estrechos y empinados que dificultan la movilidad para todas las personas y especialmente para las personas con discapacidad motriz que utilizan prótesis o sillas de ruedas, o para personas con discapacidad visual ya que es muy fácil confundirse de calles y rodar cuesta abajo. 

RETICULAR: Predomina el trazado de las calles en líneas rectas, atravesadas perpendicularmente por otras vías, a distancias regulares que cruzan también de modo perpendicular y generan una cuadrícula. Es común encontrar esta traza en ciudades con herencia colonial. Un ejemplo en nuestro país es Ciudad Nezahualcóyotl, asentamiento urbano relativamente reciento cuyo trazado facilita la movilidad de personas y el transporte. 

ANULAR: Esta traza está organizada en torno a un punto, ya sea el centro de la ciudad u otras áreas consideradas importantes. El resultado es que alrededor de este punto se concentran vías importantes formando anillos que facilitan la conexión de la ciudad. Un claro ejemplo es la Ciudad de Aguascalientes. 

Jerarquía de la Movilidad

Para propiciar una visión integral de la calle a intervenir, además de los principios y criterios de diseño vial urbano, es necesario tener en cuenta la jerarquía de la movilidad. Esta clasificación establece las prioridades en la movilidad urbana diaria en la cual se da prioridad a las personas con discapacidad y a personas vulnerables como niños y ciclistas, posteriormente el transporte público, el de carga y por último los vehículos individuales. 

Definición de la vocación de las vías urbanas

Una vez que se cuenta con una visión para la calle a intervenir, es necesario tener claro que todas las calles tienen su razón de ser, algo que las hizo aparecer y adoptar su configuración en determinado territorio.

Las personas y vehículos que transitan las calles y desarrollan actividades, tanto en sus espacios peatonales, el arroyo vial y en los predios aledaños, las hacen únicas. Con base en dichas actividades, cada vía urbana tiene una función, forma y uso diferente; la relación balanceada entre estos tres componentes conforma lo que se denomina como vocación.

Componentes de la superficie por tipo de usuario

Durante el diseño y rediseño de la calle, se requieren tomar decisiones con respecto a los componentes que utiliza cada usuario sobre la vía. Identificarlos permitirá incluir a todos los usuarios y dar respuesta específica a los principios y criterios de diseño vial urbano antes mencionados.

Tipología de calles

La visión de la calle a diseñar debe estar sustentada por el conocimiento de la vocación actual de la calle según su función, forma y uso; así como de los elementos que la conforman. Idealmente cada calle debe tener un espacio amplio de banqueta con rampas, donde los peatones puedan transitar seguros y puedan cruzar fácilmente la calle; un carril para los ciclistas y motociclistas, otro carril para el transporte público, el cual idealmente debe estar adaptado para personas con discapacidad; carriles para el tránsito de vehículos de personas y otro carril para el transito de vehículos de carga. 

La apropiación del Manual de Calles por parte de funcionarios públicos, ingenieros, urbanistas y ciudadanos permitirá mejorar la calidad de los proyectos viales, y pasar de un diseño enfocado en el tránsito de automóviles a un diseño que prioriza la eficiencia para transportar personas y mercancías.


Si bien en México existe la Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación de las Personas con Discapacidad, la cual establece que se deben hacer las adecuaciones en todos los ámbitos de la vida social para que las personas con Discapacidad gocen de una integración plena, esta Ley no se cumple en su totalidad por falta de voluntad política y falta de recursos económicos para hacer las adecuaciones necesarias a fin de que las ciudades en México sean incluyentes para las personas con discapacidad.