Hoy en día es mucho más común escuchar el término discapacidad e inclusión. Sin embargo, para entender la importancia de estas dos palabras y sus implicaciones, debemos entender su significado. Se entiende por discapacidad “La falta o limitación de alguna facultad física o mental que imposibilita o dificulta el desarrollo normal de la actividad de una persona”.
Por otro lado, la Inclusión es un enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales, entendiendo que la diversidad o la discapacidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad, a través de la activa participación en la vida familiar, en la educación, en el trabajo, y en la sociedad en general.
Actualmente se reconocen 7 tipos de discapacidades:
Discapacidad física: Es la que presentan las personas que tienen, en forma permanente, deficiencias corporales funcionales a nivel musculo esquelético, neurológico, tegumentario de origen congénito o adquirido, pérdida o ausencia de alguna parte de su cuerpo, o presencia de desórdenes del movimiento corporal, por lo que tienen diferentes grados de dificultad para realizar sus actividades cotidianas como caminar, desplazarse, cambiar o mantener posiciones del cuerpo, llevar, manipular o transportar objetos y realizar actividades de cuidado personal, del hogar, e interactuar con otras personas.
Discapacidad auditiva: Es la que presentan las personas que tienen, en forma permanente, deficiencias en las funciones sensoriales relacionadas con la percepción de los sonidos y la discriminación de su localización, tono, volumen y calidad, por lo que tienen diferentes grados de dificultad en la recepción y producción de mensajes verbales y, por tanto, para la comunicación oral. Se incluye en esta categoría a las personas sordas y a las personas con hipoacusia esto es que presentan dificultades en la discriminación de sonidos, palabras, frases, conversación e incluso sonidos con mayor intensidad que la voz conversacional, según el grado de pérdida auditiva.
Discapacidad visual: En esta categoría se incluye a aquellas personas que presentan deficiencias para percibir la luz, forma, tamaño, distancia o color de los objetos. Se incluye a las personas ciegas y a las personas con baja visión, quienes, a pesar de usar lentes o haberse practicado cirugía, tienen dificultades para ver de lejos o de cerca. Estas personas presentan diferentes grados de dificultad para realizar actividades de cuidado personal, del hogar o del trabajo, entre otras.
Sordoceguera: Es una discapacidad única que resulta de la combinación de una deficiencia visual y una deficiencia auditiva, que genera en las personas que la presentan problemas de comunicación, orientación, movilidad y el acceso a la información. Algunas personas sordociegas son sordas y ciegas totales, mientras que otras conservan restos auditivos y/o restos visuales.
Discapacidad intelectual: La Asociación Americana de Psiquiatría define esta discapacidad como aquella que presentan las personas en sus capacidades mentales generales, como el razonamiento, la resolución de problemas, la planificación, el pensamiento abstracto, el juicio, el aprendizaje académico y el aprendizaje de la experiencia, lo que genera deficiencias del funcionamiento adaptativo, por lo que las personas no alcanzan los estándares de independencia personal y de responsabilidad social en uno o más aspectos de la vida cotidiana, incluidos la comunicación, la participación social, el funcionamiento académico u ocupacional y la independencia personal en la casa o en la comunidad.
Discapacidad psicosocial (mental): Resulta de la interacción entre las personas con deficiencias o alteraciones en el pensamiento, percepciones, emociones, sentimientos, comportamientos y relaciones, considerados como signos y síntomas atendiendo a su duración, coexistencia, intensidad y afectación funcional y las barreras del entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad. Estas barreras surgen de los límites que las diferentes culturas y sociedades imponen a la conducta y comportamiento de las personas en una determinada sociedad, así como por el estigma social y las actitudes discriminatorias.
Discapacidad múltiple: Se define como la presencia de dos o más deficiencias asociadas, de orden físico, sensorial, mental o intelectual, las cuales afectan significativamente el nivel de desarrollo, las posibilidades funcionales, la comunicación, la interacción social y el aprendizaje, por lo que requieren para su atención de apoyos generalizados y permanentes. La discapacidad múltiple no es la sumatoria de los diferentes tipos de deficiencia, sino la interacción que se presenta entre ellos y cómo afecta a cada persona.
Derechos de las personas con discapacidad
Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, las personas con discapacidad, así como los ancianos, han sido vistas como una carga para la sociedad, por lo que muchas veces eran abandonados al nacer, otros eran sacrificados, y los que, por piedad de sus madres tenían la oportunidad de vivir, generalmente eran escondidos de la sociedad impidiéndoles tener una vida social, un trabajo o desarrollar cualquier otra actividad.
Si bien a lo largo de la historia muchos países fueron creando mecanismos y leyes para proteger y dar oportunidades de desarrollo a las personas con discapacidad, fue hasta 2008, cuando se creó la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad el cual es un instrumento internacional de derechos humanos de las Organización de las Naciones Unidas o Derecho internacional de los derechos humanos, destinada a proteger los derechos y la dignidad de las personas con discapacidad.
La convención establece los parámetros de actuación de los países paga garantizar los derechos de las personas con discapacidad, entre los que se encuentran las acciones encaminadas a prevenir la discriminación, facilitar la accesibilidad, por ejemplo, rampas y accesos para sillas de ruedas, señalamientos en Braile, carriles para los bastones de personas invidentes, desarrollo de tecnologías como lectores para personas invidentes o con deficiencia visual, entre otros.
También establece los criterios de actuación en situaciones de riesgo y emergencias humanitarias, el derecho a la educación, a vivir de forma independiente, el derecho al trabajo y al empleo libre, el derecho a la salud y el derecho a la participación, por ejemplo, el derecho al voto.
Situación de las personas con discapacidad en el mundo
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), afirma que una de cada diez personas en el mundo tiene alguna incapacidad física o mental, esto es 650 millones de personas con discapacidad, de las cuales 450 millones están en edad de trabajar. Sin embargo, la OIT también señala que las personas con discapacidad registran mayor desempleo y menores ingresos que las personas que no la tienen.
La mayoría de las personas con discapacidad que logran conseguir un empleo, a pesar de los prejuicios sobre su productividad, ocupan empleos de bajo nivel, con escasa seguridad social y legal, y algunos están subempleados, o no pueden colocarse en el mercado laboral por la falta de accesibilidad a los puestos de trabajo y la discriminación por parte de los empleadores y compañeros de trabajo, por lo que muchos ven mermada su autoestima y deciden abandonar la búsqueda de trabajo, autosuficiencia y desarrollo personal y social.
Oportunidades para las personas con discapacidad
Hoy en día, en muchos países del mundo incluido México existen escuelas especializadas para ayudar a las personas con discapacidad a desarrollar su potencial. También existen organizaciones de la sociedad civil que los capacitan para que puedan desarrollar actividades productivas (Fhadi, I.A.P., La Casita de San Ángel, A.C., Daunis, A.C.) o artísticas (Fundación John Lagndon Down, A.C), para moverse de manera independiente (Vida Independiente México, I.A.P.) o para que puedan incluso vivir sin la supervisión de otras personas (Punto Seis, A.C.).
Beneficios para las empresas que contratan personas con discapacidad
Cuando las empresas e instituciones dan oportunidades de desarrollo a las personas con discapacidad aprovechando sus capacidades, habilidades e intereses, pueden tener beneficios como el generar una mayor tolerancia, respeto e inclusión en sus entornos laborales, además de darles la oportunidad a las personas que presentan diversas condiciones de discapacidad, de ser productivas, generar ingresos para no ser una carga para sus familias, permitirles desarrollar sus habilidades y lograr una sociedad más justa e incluyente.
Margarita Chico, Directora General de Trabajando.com México, afirma que “las oportunidades para las personas con discapacidad, no sólo deben basarse en el empleo de acuerdo a sus condiciones, sino que también en la igualdad de trato, en la integración y participación en la comunidad”. También considera que las personas con discapacidad deben ser integradas y tratadas dignamente, y que la responsabilidad no es sólo de las políticas y leyes existentes en cada país, sino que es responsabilidad de la sociedad, en general, disminuir la brecha de desigualdad para las personas con discapacidad.
Casos de éxito de inclusión laboral de personas con discapacidad en México
Un ejemplo positivo sobre la inclusión laboral de personas con discapacidad en México fue logrado por la Fundación Humanista de Ayuda al Discapacitado, IAP, que brinda educación y capacitación para el trabajo a personas que nacieron con alguna discapacidad o que la adquirieron a partir de alguna enfermedad o accidente.
La organización estableció una alianza con el Gobierno de la Ciudad de México para dar empleo a personas con discapacidad motriz en los corralones a donde llevan los vehículos infraccionados, y también con el Aeropuerto de la Ciudad de México donde brindan orientación a los viajeros. Otro caso destacable es el de la empresa Starbucks, que da empleo específicamente a personas con síndrome de Down en actividades de limpieza y atención al cliente.
Aún falta mucho por hacer para lograr una mayor inclusión de las personas con discapacidad en México, pero sin duda, estos y muchos otros ejemplos son alentadores y conforme se vayan expandiendo sus alcances y se generen nuevos proyectos, lograremos crear una sociedad más justa, equitativa e incluyente para las personas con cualquier tipo de discapacidad.